ENOJO

El enojo es un sentimiento que puedes experimentar por diversas razones: cuando eres agredido o te llevan la contra, cuando cometes o alguien comete un error, cuando te faltan el respeto, como producto de la frustración, etc. Te vuelve agresivo y hasta violento. Cuando lo expresas, por lo general gritas, insultas o agredes a la otra persona. Es un sentimiento que tienes que saber controlar y expresar asertivamente o puede causarte problemas.

Así como expresarlo sin control puede perjudicarte, reprimirlo completamente tampoco es lo mejor, pues puede provocar molestias físicas, como dolor de cabeza, espalda y cuello. Además puede provocar pensamientos obsesivos y “rumiar”. Rumiar es cuando piensas una situación una y otra vez, no logras sacarla de tu mente, y eso puede afectarte.

El enojo se da por muchas situaciones que vives día a día. Por ejemplo, si haces un trabajo en equipo y no logras que los demás acepten tu idea de cómo hacerlo, puedes llegar a frustrarte y enojarte. Si no lo controlas puedes ofender a alguien y provocar una pelea. Incluso en situaciones simples puedes llegar a experimentar enojo en pequeñas medidas, como cuando haces una tarea y no logras resolver un problema. Cuando te sientes agredido, frustrado, ofendido, cuando te contradicen, te engañan o te hacen sentir menos, todas pueden llevar al enojo en diferentes medidas, todo depende de cuán importante sea para ti.

En lo personal, cuando estoy enojado siento como impotencia, como algo que me calienta por dentro, que me acelera el corazón y que hace que mi cerebro empiece a maldecir todo. Prefiero aislarme para no dañar u ofender a la otra persona, pero una vez que la calma me domina empiezo a pensar en soluciones.

Lo mejor que puedes hacer cuando estás enojado es darte un momento para calmarte. Debes expresar tu enojo asertivamente, que la otra persona vea tu disgusto, pero sin agredirlo. Evita que te controle, tampoco lo reprimas. Si no lo controlas te va a perjudicar negativamente.