EXPERIENCIA DE DOLOR
- Laura Martínez
- 17 may 2016
- 2 Min. de lectura

EL ZAPATO SENTIMENTAL
Había una vez un niño que tenia un par de zapatos y un día la suela de un zapato se rompió. Él sufrió mucho ya que nadie le tomo importancia porque "solo eran unos zapatos" pero él no podía con el sufrimiento de que un zapato estaba dañado, él tenia un valor sentimental en ellos por que a lo largo de su vida siempre lo acompañaban a cualquier lugar. Le marcó mucho esa situación y sus sentimientos y ánimos se fueron para abajo.
El decidió por cierto tiempo seguir adelante, trabajo contra sus sentimientos y sus pensamientos negativos. Decidió andar descalzo por la vida y así fue como lo supero, se dio cuenta de que no debía atar su felicidad a un objeto, o a una persona.
En toda amistad hay momentos buenos y otros no tanto y el cuento anterior engloba mis emociones cuando tuve un problema con mi mejor amiga:
Un día llegue a la escuela muy sensible por que tuve un problema familiar pero como soy una persona que reprime mucho sus sentimientos no dije nada y estaba muy seria. Mi mejor amiga se sintió porque me porte medio sangrona y cuando al final del día fui a platicar con ella dije algo que la hizo explotar y me dijo que siempre arruinaba todo. Yo lo tome muy fuerte porque en verdad me lastimó. Al siguiente día no hable con ella, pero ella estaba triste por lo que me había dicho, no se atrevía ni hablarme. Así paso por media semana y otra amiga hablo conmigo y me dijo que mi mejor amiga quería platicar, pero yo seguía lastimada y le dije que aun no me sentía preparada para perdonar.
Mi mejor amiga un día llego conmigo a hablar del problema pero empezó a sacar más problemas del pasado y me trató de mostrar que yo tenia la mayoría de la culpa, lo cual me molesto más porque en verdad ella no sabia que me había lastimado. Después de dos semanas yo me había hecho a la idea que una amistad que se lastima ya no funciona igual, pero al mismo tiempo la extrañaba, porque los momentos que pasábamos juntas los disfrutaba mucho.
En la salida de un viernes llegó y platicó de nuevo conmigo, hablamos que las dos teníamos mucho que ver y que nos queríamos, así que tratamos de olvidar lo que paso para que nuestra amistad fuera como antes. No fue fácil seguir como si nada. Nuestra amistad sigue pero se enfrío la relación, ya no es igual.
Me parece importante analizar esta experiencia, porque a pesar de que la amistad no sano al 100%, desde ahora no me iré con la primera impresión porque esto nos hace sacar nuestras propias conclusiones y crearnos un problema que tal vez no existen.
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